A pesar de haberse conocido en la universidad como estudiantes de psicología y sociología, durante esos años, Paloma Valdez y Nicolás Riquelme trabajaron en varios negocios vinculados a la gastronomía. Gracias a la curiosidad y la experiencia adquirida, Nicolás decidió especializarse como barista, mientras Paloma se dedicaba a la administración.
Al ser empleados de distintas cafeterías y trabajar activamente con Fudo, conocieron en detalle el funcionamiento del software. Es por eso que no dudaron en implementarlo cuando, luego de un viaje a Australia que cambió sus vidas, se animaron a abrir su propia cafetería de especialidad en Providencia, Santiago.
En 2016, Paloma y Nicolás decidieron ir a Melbourne, Australia, y participar de un Working Holiday. Ambos sabían que en Oceanía se encontraba “la cuna del café’‘ y querían traer todo el conocimiento que pudieran a Chile.
Al regresar dos años después, comenzaron Black Mamba, su propio proyecto. En ese entonces, llegaron con varias ideas innovadoras que deseaban implementar, y la propuesta se ajustó al gusto chileno mucho más rápido de lo que imaginaron.
“Fudo ha sido nuestro aliado desde el día que abrimos”
Gracias a los reportes y estadísticas de Fudo, Paloma y Nicolás saben exactamente qué productos son los más vendidos. De esa manera, pueden priorizar distintas recetas y destacar las variedades de café más elegidas por sus clientes, como su exquisito Flat White.
La pareja entiende, por otro lado, que la comida no es lo único importante a la hora de fidelizar a un comensal. Un servicio ágil y rápido logra que los clientes vuelvan todos los días a Black Mamba, listos para retirar su café de las mañanas. Luego de varios años en el rubro gastronómico, ambos siguen eligiendo Fudo para alcanzar ese objetivo.
“Recomendaría 100% Fudo a cualquier emprendedor que quiera tener un negocio”